Demonio interior (懐中の鬼, Kaichū no Oni) es el quincuagésimo quinto capítulo del manga InuYasha y el séptimo capítulo del Volumen 6.
Argumento[]
Miroku se despide del grupo para buscar por su cuenta los fragmentos de la Perla de Shikon por sí mismo, mientras Kagome y Shippo piensan en lo confiable que es Miroku y que tardarían mucho menos en reunir los fragmentos si trabajaran en equipo. Inuyasha siente de nuevo olor a tinta y ataca a un mensajero por la tinta fresca del papel que lleva, Kagome utiliza la maldición del collar para dejar huir al mensajero. Inuyasha le explica a Kagome que su actitud es porque tras el desastre y las muertes que dejó el Yokai aun desconocido había olor a tinta y que hay que ser cautelosos o de lo contrario Miroku se quedará con todos los fragmentos restantes. Kagome le dice a Inuyasha que se ve que lo odia mucho e Inuyasha le pregunta si de verdad le gustan ese tipo de sujetos libidinosos. Kagome responde que lo ama e inmediatamente aclara que es una broma, pero Inuyasha queda perplejo con la respuesta de Kagome sin escuchar que no era de verdad lo que ella decía. Kagome le aconseja a Inuyasha que escuche hasta el final a las demás personas.
Miroku llega a una aldea sin pistas de fragmentos y ve como un par de hombres golpea en el piso a una persona por haber estado espiando a la Princesa. La gente de la aldea murmura que es Kotatsu, un pintor llegado de la capital. Miroku logra percibir una gran obsesión de ese hombre que lo lleva a la locura. La princesa le pide a los guardias que se detengan y se marcha. Miroku ve que la princesa está rodeada de un aura de muerte y dice que si la deja sola por más tiempo no vivirá mucho. Miroku se acerca para arreglar la situación de la princesa mientras escucha murmurar a Kotatsu que la princesa es mu bonita. Kotatsu se aleja y mira un pergamino con dibujos de la princesa, Inuyasha lo detiene para hablar con él, gracias a eso Kotatsu se pone muy nervioso y asegura que sólo es un artista, pero Inuyasha percibe no sólo olor a tinta en él, si no que también olor a sangre humana y entrañas, así que lo ataca. Kotatsu abre su obi y de él sale un ogro gigante. Kotatsu aprovecha esto para huir, Kagome piensa que el sujeto que huye es un Yokai, pero pronto confirma que es un humano, mientras Inuyasha lucha contra el ogro. Inuyasha corta con Colmillo de Acero al ogro, aunque al destruirlo, el ogro se convierte en u charco de tinta que empapa a Inuyasha quien termina muy mareado. Shippo explica que es por el olfato increíblemente sensible que tiene Inuyasha.
Miroku, en el palacio habla con la princesa y el terrateniente para ver qué sucede. La princesa le explica que todas las noches tiene pesadillas con yokai y que a veces siente como si fuese puesta en una habitación en la que siempre es observada. Miroku confirma la intervención de un Yokai y promete a la princesa protegerla con su poder espiritual. Miroku le pide al terrateniente que lo deje a solas con la princesa y tras volver a prometer que ayudaría le pregunta si como forma de agradecimiento le gustaría tener un hijo con él. Kagome interviene preguntando a Miroku si siempre dice eso a las mujeres que conoce y le recuerda que buscaba los fragmentos. Kagome e Inuyasha comienzan a discutir por el trato a Miroku mientras la princesa no se explica quién es esa gente.
En una pequeña cabaña Kotatsu se preguntaba quién era ese tipo que supo que recolectaba sangre y entrañas, pero se convenció de que no debía preocuparse, ya que tenía a su favor un ejército de cientos de Yokai que esperan preparados sus órdenes.
Apariciones[]
Personajes[]
- Inuyasha
- Kagome
- Miroku
- Shippo
- Guardias del Palacio (Primera aparición)
- Kotatsu (Primera aparición)
- Princesa (Primera aparición)
- Demonios de Tinta
- Terrateniente (Primera aparición)
Lugares[]
- Aldea (Primera aparición)
- Palacio (Primera aparición)
- Casa de Kotatsu (Primera aparición)
Objetos[]
Correspondencia con el Anime[]
Este capítulo corresponde totalmente a la parte inicial del episodio 17.