Tinta Corrompida (汚れた墨, Kegareta Sumi) es el quincuagésimo octavo capítulo del manga InuYasha y el décimo y último capítulo del Volumen 6.
Argumento[]
Inuyasha acorrala a Kotatsu sobre su demonio, mientras Kagome y Miroku piensan cómo derrotará al pintor sin matarlo o sin verse afectado pro la tinta. Inuyasha intenta negociar, pero Kotatsu hace que su demonio lance fuego en contra de su oponente, Kotatsu afirma que con ese fuego del infierno no hay manera de que sobreviva, pero Inuyasha aún ardiendo vuelve para atacar a Kotatsu asegurando que no tiene intención de ser derrotado por un humano. Inuyasha alza su espada Colmillo de Acero y el pintor le suplica que no le quite la vida. Kotatsu entrega el tubo de pintura con el fragmento y afirma que sin él es un ser humano común. Inuyasha se pregunta si de verdad se enfrenta a quien asesinó a tantas personas para utilizar sus entrañas y Kotatsu vuelve a afirmar que es un hombre debilucho sin el poder de los fragmentos. Inuyasha guarda su espada y es emboscado por el demonio de Kotatsu, quien intenta escapar nuevamente. Inuyasha golpea al demonio del pintor, haciéndole perder el equilibrio, lo que hace que ambos terminen en el piso. Kotatsu, gravemente herido, huye corriendo, pero la tinta comienza a tomar voluntad propia. Inuyasha advierte esto al pintor, pero el artista se niega a soltar el tubo, por lo que la tinta sale por sí misma y corta el brazo de Kotatsu y comienza a devorarlo, reduciéndolo sólo a un charco de sangre con un fragmento en el centro. Inuyasha explica que la tinta al ser creada de sangre y entrañas al reconocer la sangre de su maestro se tentó a devorarlo, Kagome mira uno de los dibujos de Kotatsu en el que se aprecia la imagen de la Princesa. Miroku aclara que el pintor cometió un grave error, ya que es imposible dibujar cosas bonitas con esa tinta demoníaca. Miroku ve el resplandor negro del fragmento bañado en maldad, por lo que prefiere no tomarlo, pero Kagome lo toma y lo purifica de inmediato y sin percatarse. Kagome le pregunta a Miroku si quiere el fragmento, por lo que Inuyasha se enfada argumentando que no tiene relación en sus asuntos, Kagome responde que Miroku ayudó lo suficiente como para merecerlo, pero Miroku decide que Kagome conserve el fragmento. Miroku piensa aún que la joven pudo purificar el fragmento sin problemas mientras los demás se reencuentran con Shippo. Miroku prepara una tumba y reza por el alma de Kotatsu, explicando a Inuyasha que la misericordia de Buda no discrimina entre bueno o malo. Inuyasha responde que la misericordia es algo que no daría a los humanos y Miroku le dice que teniendo la oportunidad de asesinar al pintor prefirió no hacerlo, a ese acto se le llama misericordia.
Miroku decide ir con el grupo de Inuyasha, asegurando que es mejor ir en la compañía de una bella mujer y que aunque no se enorgullezca de ello, Inuyasha no es una mala persona.
Apariciones[]
Personajes[]
Objetos[]
- Fragmentos de la Perla
- Tinta Demoníaca (Primera aparición)
- Colmillo de Acero
Correspondencia con el Anime[]
Este capítulo corresponde parcialmente y con algunas modificaciones en el arco histórico a la parte final del episodio 17.