InuYasha Wiki
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Exterminadores (退治屋, Taijiya) es el octogésimo sexto capítulo del manga InuYasha y el octavo capítulo del Volumen 9.

Argumento[]

El grupo de Inuyasha llega a una aldea, donde los aldeanos removían los restos de un Ciempiés Gigante, Inuyasha de forma agresiva zamarrea a un aldeano porque una mujer se había llevado un fragmento de la Perla de Shikon, la gente de la aldea mira con desconfianza y temor al grupo de Inuyasha murmurando que desde el exterminio del Ciempiés Gigante ha aparecido un sujeto raro tras otro. Inuyasha sigue hablando agresivamente a los aldeanos, quienes piensan que es un Yokai. Miroku le dice a los aldeanos que no se preocupen, ya que son sus aprendices en el budismo, la gente asume que el resto del grupo son sirvientes de Miroku, Inuyasha le replica molesto al monje quien lo apacigua evitando que la situación se complique más. La gente de la aldea accede a contarle al grupo que una exterminadora de Yokai los ayudó. Miroku pregunta dónde se encuentra la Aldea de Exterminadores, pero los aldeanos responden que no saben, sólo los ven aparecer cuando tienen problemas con demonios. Kagome que incluso hay gente que puede vivir de exterminar demonios. Miroku pregunta si la exterminadora reunía los fragmentos de la perla y uno de los aldeanos responde que la exterminadora había dicho que la perla era originaria de su aldea. Inuyasha reconoce no saber nada del asunto, ya que para cuando conoció la existencia de la perla estaba en poder de Kikyo, pero no supo de dónde o cuándo nació y nunca se puso a pensar en eso.

En otra aldea, rodeada por un enorme fuerte de madera, un par de vigías reconocen la llegada de Sango, la exterminadora y le permiten entrar en la aldea. Sango comioenza a hablar con los aldeanos explicando que se enfrentó con un Ciempiés Gigante y que llevaba algunas patas y parte de su concha para hacer una armadura, un gato Yokai de dos colas recibe a Sango, quien se alegra mucho de ver nuevamente a su mascota Kirara. Un niño llega corriendo a recibir a su hermana diciendo que su padre, el líder de la aldea, la está esperando. El hombre felicita a Sango por conseguir un fragmento de la perla y dejan el fragmento en un templo purificador. Sango pregunta si bastará con eso para purificar el fragmento y su padre le responde que probablemente no, pero que se dice que cincuenta años atrás había una poderosa sacerdotisa capaz de hacerlo, pero esa mujer murió en una batalla protegiendo la perla, así que lo único que pueden hacer por ahora es guardar los fragmentos y protegerlos en la aldea hasta que llegue alguien con el poder de purificarlos. El padre de Sango le sugiere un descanso a su hija y le dice a su hijo Kohaku que como ya cumplió 10 años es momento de que participe en batalla real, lo que el niño toma con nerviosismo.

En su casa, Kohaku le pregunta a su hermana si realmente los Yokai escupen fuego y veneno, su hermana responde que a veces y le pregunta si está asustado, Kohaku lo niega, pero Sango lo reconforta diciendo que como exterminadores eventualmente deberían pelear contra serpientes y arañas Yokai, pero según su padre los Yokai más escalofriantes son los que se pueden hacer pasar por personas y que si uno de ellos obtiene la Perla de Shikon sería un desastre.

En un Castillo, el Terrateniente le explica al líder de los exterminadores que todas las noches su palacio es atacado por una Araña Gigante Yokai y que mucha gente ya ha sido comida. El exterminador dice que están los mejores exterminadores de la aldea para completar el trabajo, pero el terrateniente desconfía ya que hay una joven y un niño en el equipo. El exterminador asegura que son de fiar, ya que son sus propios hijos y son los mejores en batalla. Sango le da ánimos a Kohaku mientras el niño piensa que su padre es un mentiroso. La Araña Gigante aparece desde el cielo y los exterminadores la rodean. Mientras tanto en el interior del castillo, el padre del terrateniente habla con Kagewaki Hitomi, el hijo del terrateniente y le explica que ha llamado a los exterminadores para que acaben con el Yokai que favorece su enfermedad. El príncipe asegura haber estado esperando ese día. La Araña Gigante Yokai ataca con su telaraña a Kohaku, los otros exterminadores lo salvan y reducen a la araña para que Sango le de el golpe final con su Hiraikotsu. Sango destruye por completo a la araña ante la admiración de su hermano. Uno de los exterminadores asegura que Sango es la mejor de la aldea y van a decapitar a la araña. Kohaku se ofrece a ayudar, pero es parasitado por la técnica de un Yokai con una araña en su cuello. Los exterminadores comentan que lo único grandioso del Yokai era su tamaño y Sango piensa que fue demasiado fácil. Kohaku comienza a atacar con su hoz a sus camaradas hasta matarlos. Sango se sorprende mientras los Guardias del Castillo Hitomi y el Terrateniente observan.


Apariciones[]

Personajes[]

Objetos[]

Lugares[]

Correspondencia con el Anime[]

Este capítulo corresponde completamente a parte intermedia del episodio 24.

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