Hanyō («"Han" > mitad yō> Yōkai, literalmente Semi-demonio»,半妖?) son seres sobrenaturales híbridos entre humanos y Yokai. Un Hanyō generalmente suele ser hijo de un demonio y un humano, incluso si ese humano se ha transformado en Yokai. Debido a su naturaleza dual, los hanyō a menudo están sujetos a los prejuicios de las sociedades humana y yōkai debido al odio mutuo entre ambas especies.
Nacimiento natural: Cuando un demonio y un humano se reproducen, resulta en una descendencia híbrida de un yōkai y un humano. Aparentemente, en la mayoría de los casos, el padre es un yōkai y la madre es humana. Esta fusión genética generalmente suele ser influyente en los rasgos físicos del Hanyo ya que puede tener rasgos más humanos que Yokai, como es el caso de Moroha, quien tiene un 25% de sangre Yokai en sus venas, pero sus rasgos son más humanos que demoníacos excepto por sus uñas y colmillos más largos de lo normal y aparte conserva el tono del cabello de sus padres y más escencialmente el de su padre en su forma humana, Towa Higurashi y Setsuna cuyos rasgos físicos son más humanos que Yokai, teniendo únicamente alteraciones en los colores de su cabello conservando eso sí, algunas características físicas de ambos, en este caso, el agudo sentido del olfato de Inuyasha y la estola de Sesshōmaru en el caso de Setsuna respectivamente, aunque en este último caso, la estola no forma parte de su cuerpo.
Fusión demoníaca: Los humanos pueden transformarse en hanyōs, fusionando sus formas física con muchos demonios y si posee un deseo insatisfecho. El ejemplo más destacado de este tipo es Naraku.
Es más común que alguien nazca medio demonio a que sea transformado artificialmente en uno.
Sociedad[]
Los Hanyo son rechazados tanto por los humanos como por yōkai. Kanade construyó una barrera mágica alrededor de Hōraijima, porque sabía que los niños hanyō solo conocerían el sufrimiento tanto de los humanos como de los yōkai y ese lugar era un refugio en donde los demonios y los seres humanos vivieron juntos en paz, criaban a sus descendientes mestizos y eran aceptados entre ellos.
Los humanos a menudo creen que los yōkai son monstruos peligrosos y sedientos de sangre que matan a los humanos sin provocación. A veces, la mera visión de un demonio es suficiente para que los humanos huyan aterrorizados. Además, los humanos generalmente creen que los hanyō son igualmente malvados con los Yokai. Por esta razón, un medio demonio no es bienvenido en una aldea humana, y a menudo es objeto de maltratos y abusos físicos y verbales, como fue el caso de Shiori y Jinenji, quienes sufrieron numerosas cicatrices por el abuso. A veces, un hanyō, sin embargo, también logra ser aceptado por una aldea humana, como Inuyasha y más tarde Jinenji.
Sin embargo, los Yōkai también desprecian a los hanyō. Así como también desprecian a los humanos y ven a un ser de esta naturaleza como un insulto y un debilitamiento de su poder. Los Yōkai incluso desprecian más a los hanyō que están relacionados con ellos, como lo hizo Sesshōmaru con Inuyasha y Taigokumaru con Shiori. A veces incluso quieren matarlos solo por el hecho de ser híbridos como por ejemplo, Zero quien intentó asesinar a Towa y a Setsuna. Sin embargo, algunos hanyō pueden hacerse amigos de yōkai, como Inuyasha y Shippō, o ganarse el respeto de un yōkai malvado, como fue el caso de Izumo y Orochidayū.
Por esta razón, la Perla de Shikon es interesante para muchos hanyō, porque puede convertirlos en yōkai puros o en humanos puros. Algunos semi-demonios quieren convertirse en demonios, como algún tiempo lo quiso Inuyasha y Naraku, porque se vuelven más fuertes y son respetados por otros yōkai. Otros, como Izumo, quieren ser humanos puros para poder vivir en paz entre otros humanos. Pero hay quienes se contentan con ser medio demonios, como Jinenji o como finalmente lo quiso Inuyasha.
Apariencia[]
Incluso al nacer, los hanyō muestran signos físicos de sus raíces yōkai (por ejemplo, colores inusuales de ojos o cabello, tonos de piel anormales e incluso anomalías físicas). Por ejemplo, Inuyasha tiene el cabello plateado y orejas de perro, una marca registrada de su herencia inu-yōkai, y los niños medio demonio de la isla Hōrai tenían colores de cabello inusuales y peculiaridades físicas (es decir, orejas puntiagudas o cuernos). Si bien los medio demonios pueden nacer con rasgos bastante humanos, hay algunos como Jinenji que son mucho más "monstruosos" en apariencia. En algunos casos raros, también hay medio demonios, que parecen puramente humanos durante el día y se convierten en demonios puros por la noche. Ciertos semi-demonios pueden incluso mostrar gestos y características inusuales que pertenecen a su herencia demoníaca; por ejemplo, se sabía que Inuyasha realizaba acciones parecidas a las de un perro (es decir, ponerse de rodillas con la nariz en el suelo, usar el pie para rascarse la oreja, jugar a buscar, sacudirse hasta secarse e incluso gruñir).
El tipo antinatural de hanyō, formado por la fusión de humanos y demonios, tiene formas casi completamente humanas debido a que originalmente era un humano. Sin embargo, su verdadera forma es principalmente una amalgama de demonios fusionados porque son esencialmente una colonia de demonios que habitan un cuerpo humano.
Poderes y habilidades[]
La fuerza de los hanyōs es notablemente variada, aunque normalmente son más fuertes que los mortales ordinarios y los semidemonios más poderosos pueden incluso estar en igualdad de condiciones con los demonios en toda regla. Aparentemente, el alcance del poder de un medio demonio es un reflejo del poder de su padre yokai. Por ejemplo, el medio demonio Inuyasha era excepcionalmente poderoso, siendo el hijo de un poderoso daiyōkai , y como adulto podía acabar con la mayoría de los enemigos demoníacos de bajo nivel con facilidad. Es de destacar que los hanyō de niños ya son muy fuertes y resistentes. Entonces Dai pudo romper sin esfuerzo una rama que era tan gruesa como un brazo humano, mientras que Shiori, Towa y Setsuna han caido desde una gran altura y permanecen completamente ilesas.
Condición mejorada: Una habilidad común entre los medio demonios es la fuerza, velocidad, resistencia y recuperación. Un medio demonio puede mostrar cualquier combinación de estas mejoras físicas o la falta de ellas. Si bien Inuyasha había mejorado su fuerza y podía recuperarse rápidamente de las lesiones sufridas en su cuerpo sin dejar marca alguna , Jinenji, aunque tenía una fuerza inhumana en proporción a su tamaño, no parecía poder curarse rápidamente y conservaba múltiples cicatrices causadas por el hierro o el acero ordinario.
Poderes únicos: Muchos hanyō también tienen poderes especiales que son raros o únicos, dependiendo de qué tipo de yōkai sea su padre. Por ejemplo, Inuyasha tiene garras afiladas y puede usar su poder demoníaco para solidificar su sangre para ataques ofensivos. Shiori también puede crear barreras poderosas, mientras que se suponía que Ai tenía algún tipo de adaptación submarina, dado que aparentemente nadó la distancia desde la isla Hōrai hasta el continente en un lapso de tiempo relativamente corto.
Longevidad: Los semidemonios pueden tener una vida sobrenaturalmente larga. Antes de ser sellado al Árbol de las Edades, Inuyasha tenía más de un siglo, pero mantenía la vitalidad y mentalidad de un quinceañero. Los niños de la isla Horai apenas han crecido en cincuenta años, y se da a entender que son mucho mayores.
Sentidos más agudos: Hanyō y yōkai unen los sentidos de animal y humano, de forma análoga al animal respectivo, pero sin los sentidos más débiles del animal. Así es como Inuyasha y Towa puede oír y oler tan bien como un perro, pero su sentido de la vista es mejor que el de un perro, y es el mismo que el de un humano.
Uso de armas demoníacas: Cuando los humanos usan armas demoníacas, esta arma no tarda mucho en dominar a los humanos simplemente porque no son lo suficientemente fuertes para resistir al demonio que forma parte de esa arma (con la posible excepción de Bankotsu). Pero un hanyō puede dominar tales armas sin esfuerzo, incluso si son armas particularmente poderosas como Sō'unga pueden ser demasiado fuertes para ellos. También es digno de mención que pueden superar las barreras que deberían alejar a los yōkai. Entonces Sara Asano pudo tocar la espada Colmillo de Acero sin ser rechazada, a pesar de que tenía malas intenciones.
Mientras que un Hanyō nunca puede ser tan fuerte como el padre demoníaco sin llegar a ser un completo Yōkai, la mayoría de Hanyōs parecen ser lo suficientemente potentes como para que no sólo afecten a los humanos, sino también para combatir con un pura sangre Yōkai si su voluntad y la agresión es muy fuerte.
Debilidades[]
Sangre demoníaca: En momentos de gran temor o cuando su vida está en peligro, un hanyō puede verse abrumado por su sangre demoníaca y convertirse en un demonio de sangre pura. De esta forma, se benefician de un aumento de los poderes demoníacos y el alcance de esta mejora depende del yōkai del que descienden. Inuyasha y Setsuna son Hanyōs que ha experimentado esta transformación, y como yōkai es salvaje, cruel y está gobernado por una violenta sed de sangre, aunque Setsuna se puede controlar por unos momentos, no pueden controlar del todo. Además, si se llega a perder el control no puede distinguir entre amigos y enemigos entre sí, y ataca a todo y a todos. Incluso se da a entender que estas transformaciones solo empeoran cuanto ocurren con regularidad. Aparentemente, esta condición también puede ser causada por elementos mágicos, como el Espejo de la vida de Kaguya o Sō'unga.
Inuyasha y Miroku, nótese que Inuyasha tiene rasgos humanos.
Pérdida de poder: Según Myōga, todos los Hanyo están sujetos a ciertos momentos en los que pierden sus poderes sobrenaturales como demonios y no se vuelven más fuertes que cualquier humano común. Por ejemplo, Inuyasha pierde sus poderes demoníacos durante la noche de luna nueva (que ocurre una vez al mes) o Shiori, cuyos poderes se debilitan en cuanto ocurre un eclipse total de sol transformándose en humana. Tanto Koga como Inuyasha han comentado que la mayoría de los medio demonios se esconden por miedo en ese momento. Fue un gran desarrollo de carácter para Inuyasha confiar en sus amigos y no esconderse en la noche de luna nueva. Jinenji se esconde debajo de una manta en casa mientras se transforma, lo que ocurre en un día en el que sale el sol, aunque probablemente y debido a su tamaño y masa no debería tener miedo. Incluso lugares espirituales como el monte Hakurei parece debilitar a un medio demonio hasta tal punto que se convierte en un ser humano por poco tiempo. Los semidemonios formados por amalgamas de demonios y humanos aparentemente pueden elegir este período de debilidad. Aunque hay semidemonios como Naraku, que eligen cuando experimentaba una pérdida de poder y expulsaba las partes más débiles de su forma física para crecer en fuerza.
Poder espiritual: Los Hanyō son susceptibles a los efectos del poder espiritual. Esto incluye objetos místicos como flechas sagradas , flechas de sellado, sutras y cuentas de subyugación. Sin embargo, el caso más raro del que se tenga conocimiento es Moroha ya que ella puede utilizar poder espiritual, aparentemente heredado de su madre, Kagome.
El término "mestizo" se utiliza como un término ofensivo para los hanyō.
El término "hanyō" se compone de dos palabras diferentes. La primera es "han", que significa "mitad" en japonés, y "yō" es la primera sílaba de la palabra "yōkai". Por tanto, la traducción literaria es "medio yokai".
Moroha es la única "hanyō" con menos mestizaje. Teniendo solo una cuarta parte de sangre de demonio, técnicamente podría decirse que es una shihanyō (四 半妖, "cuarto de demonio").
Según Kaede, el poder espiritual que posee un ser humano normalmente choca con el poder demoníaco de un yokai, por lo que en un Hanyo este poder se fusiona y produce una sinergia única de estos poderes.
Rumiko Takahashi declaro que hay híbridos con muchas características distintas, por eso Towa y Setsuna no tienen orejas de perro, porque no todos los hanyo nacen con las mismas características[1].
El tiempo que transcurre en la era moderna y la feudal es el mismo, por lo tanto la lineal de tiempo de la era moderna es la misma que la de la era feudal. Por eso, Towa y Setsuna tienen la misma edad a pensar de vivir en épocas diferentes[2].
Hanyō no Yashahime