“ | Quiere torcer el tiempo, devorar este mundo, llevarlo a la era corrompida y devolverlo a la nada. | ” |
Kirinmaru («Kirin Maru»
Aspecto[]
Humanoide[]
En su forma humanoide, Kirinmaru luce cómo un adulto de complexión musculosa, su tez es blanca (más no pálida), y sus facciones son finas, haciéndolo parecer más joven.
Tiene cabello bastante largo de un tono carmesí con bordes rojizos, el cual mantiene con un aspecto desaliñado, aún cuando no usa la máscara un mechón le cubre su ojo derecho. Aunque aparentaba haberlo perdido, al quitarse la máscara revela que su ojo derecho está sano, pero todo el lado derecho de su cara tiene unos patrones de piel irregulares similares a cicatrices con forma de escamas.
Mientras utiliza su máscara, el único ojo que muestra es el izquierdo aunque tiene ambos ojos sanos y el color de sus ojos es verde hoja; sus cejas son delgadas y del mismo color que su cabello, en su mejilla izquierda tiene dos franjas moradas diagonales ubicadas de forma paralela, con la más pequeña llegando hasta el puente de su nariz y la más grande hasta la altura del pómulo de su ojo izquierdo; como todos los Yokais que adoptan una forma humanoide en la serie, Kirinmaru tiene sus orejas puntiagudas. En su mejilla izquierda a raíz del enfrentamiento con las hijas de Sesshomaru, Kirinmaru tiene dos cicatrices de corte ubicadas de forma perpendicular, con la cicatriz vertical hecha por Towa y la segunda cicatriz hecha por Setsuna. También tiene una cicatriz en su abdomen hecha por Riku cuando éste lo atravesó con su espada de lado a lado[2]. En su brazo izquierdo el cual fuera amputado por Inu no Taisho en su primera confrontación y que posiblemente regeneró, tiene una marca que al parecer sirve como sello vinculante con su extensión nacida de su brazo derecho, Osamu Kirin.
En cuanto a su vestimenta, él usa una armadura púrpura grisácea y un cinturón rojo con una placa dorada, una hombrera dorada en el hombro derecho, y una hombrera normal en el izquierdo; viste ropa de color púrpura claro debajo, pantalones hakama de un color opaco y botas de batalla negras con detalles de nubes de color dorado, también usa guantes de color negro con los mismos patrones de su armadura.
Lleva una máscara alargada con forma de ciervo que tiene detalles rojos y dorados, un par de cuernos y dientes puntiagudos por debajo de ésta, dejando visible su boca ya que cubre sólo la mitad de su cara (ésto visto desde abajo, pues de lo contrario la máscara se alinea con su rostro casi perfectamente), teniendo sólo una apertura por la cual se ve su ojo izquierdo, pues el otro está tapado.
Tiene las uñas largas y puntiagudas que son características de los demonios, éstas son de color negro, aunque vistas con distinta luz se ven azules, moradas o incluso grises. Cuando decide tomarse en serio a su oponente, Kirinmaru comienza a transformarse en su forma Yokai teniendo dos cuernos en su cabeza ubicados paralelamente sobre su frente, teniendo uno de sus cuernos, el que perdió a manos de Tōga terminando cortado a la mitad así como su brazo izquierdo cambia a una forma monstruosa similar al brazo de un dragón de color verde, reemplazando el que perdió también en aquel encuentro con el cual creó a Osamu Kirin [1] y sus colmillos se tornan más visibles[2].
Yokai[]
El aspecto yokai de Kirinmaru en su forma humanoide conlleva algunos cambios físicos visibles, cómo es el crecimiento de un par de cuernos en su frente siendo el cuerno derecho más largo que el izquierdo a razón de haber perdido ese cuerno a manos de Inu no Taisho, y el cual usó para crear a Riku[3]; sus colmillos se vuelven más largos y visibles[2], las franjas de su mejilla izquierda se tornan más irregulares y aparece en cada ojo una sombra de maquillaje color púrpura que abarca desde sus párpados hasta donde termina su rostro a los costados. Su pelo se alarga de manera abundante dividiéndose en ocho extensiones de cabello, cuatro a cada lado de su cuerpo. Su brazo izquierdo el cual fuera amputado por Inu no Taisho y del cual fue creado Osamu Kirin[1] , sufre una importante transformación al adoptar una forma más reptilesca, asemejándose al brazo de un dragón oriental con algunos vestigios humanos como la forma de los dedos y uñas blancas puntiagudas, con un aspecto masivo y hasta desproporcionado de color verde, completamente rodeado de escamas y protuberancias puntiagudas alrededor de su codo. Su espalda baja también sufre cambios al mostrarse con una cola de dragón dividida en dos cuya longitud alcanza sus tobillos.
Personalidad[]
Kirinmaru aparece como un individuo resuelto y distante, que habla lo mínimo. Parece ser distante incluso con sus seguidores más cercanos, ya que no recordaba a Tokotsu, que era uno de sus cuatro lugartenientes centrales, y mucho menos que incluso le regaló a Tōkotsu la Perla del Arco Iris roja en primer lugar. Al enterarse de su fallecimiento, Kirinmaru mostró apatía, limitándose a dar algunos elogios a las hijas gemelas de Sesshōmaru, que lo liquidaron ya que razonó que cualquiera que sirviera bajo su mando debía ser un luchador bastante poderoso. También se mostró apático ante las muertes de los otros Cuatro Peligros. Asimismo, cuando Zero lo despertó, Kirinmaru trató a su hermana con una actitud de ir al grano.
Cuando él y Sesshōmaru unieron sus fuerzas para matar a Inuyasha y a una Moroha que apenas era una bebé, se lanzo inmediatamente contra ellos mientras respondía a la desafiante negativa de Kagome a entregarle a Moroha con una fría réplica.[4]. También podía mostrar un lado autoritario, permaneciendo impasible ante los deseos de Zero de matar a las hijas gemelas de Sesshōmaru. A pesar de que el Árbol de las Edades afirma que Kirinmaru estaba hambriento de poder al desear deformar el tiempo mismo a su voluntad, fue notado por Myōga que Kirinmaru se contentaba con gobernar sólo las Tierras del Este, lo que fue apoyado por el hecho de que dejó a Inu no Taisho gobernar las Tierras del Oeste en paz durante años, con él expresando su sorpresa de que Kirinmaru estuviera tratando de gobernar las Tierras del Oeste y los deseos de deformar el tiempo a su voluntad y declarando que él no es de aquellos que irían tan lejos. Sin embargo, tiene un oscuro sentido del humor, ya que se rió de la afirmación de Jaken de que Inuyasha y Kagome presentarían sus respetos en la tumba de su rival y comentó sarcásticamente a Sesshōmaru cuando salvó a Towa y Setsuna de él que incluso alguien como él todavía se preocupa por su descendencia.
En batalla, Kirinmaru se muestra generalmente burlón y condescendiente a la vez que permanece concentrado y sereno, remarcando la falta de fuerza que muestran sus enemigos y criticando sus defectos, como se muestra cuando se burla de Towa, Setsuna y Moroha por su falta de habilidad y técnica. Parece considerar que el espíritu, la habilidad, la mente y el corazón son aspectos importantes en la batalla, y se burla repetidamente de las princesas semidemonio por carecer de esos detalles. Al mismo tiempo, era capaz de disfrutar de un buen combate y admitirlo, como demuestra el respeto sincero que mostraba hacia Towa y Moroha por sus esfuerzos en obligarle a luchar seriamente para mantenerse en pie y, más tarde, comentando que hacía tiempo que quería participar en una batalla tan feroz[5].
Según Riku, Kirinmaru odia a los humanos y a los Hanyo. Sin embargo, no está claro hasta qué punto está realmente resentido con ellos: Aunque Zero indicó que compartía la opinión inicial de Sesshōmaru sobre dichas criaturas, con Kirinmaru expresando su asombro por el hecho de que el hijo mayor de su rival se casara con una humana, y sí se burló del desafío y el voto de Kagome de impedirle matar a Moroha, cuando fue despertado por primera vez, reconoció que Inuyasha tenía la fuerza necesaria para, junto a su hermanastro, destruir el Cometa Aciago y no mostró ninguna inclinación a matarlo hasta que se enteró de que Kagome había dado a luz a una hija un cuarto Demonio, e incluso entonces, cuando él y Kagome fueron sellados en la Perla Negra, Kirinmaru lo aceptó cuando Jaken razonó que el Meidō Zangetsuha de Inuyasha sería necesario en el futuro sin protestar en absoluto. Sin embargo a pesar de mostrarse condescendiente con el hijo de quien fuera su gran rival, es un hecho innegable, algo que fuera confirmado por la propia Zero antes de su muerte, que Kirinmaru guarda un profundo resentimiento hacia los Hanyo en general por la muerte lamentable de su hija Rion, de la cual él tuvo gran parte de la culpa por su irresponsabilidad al no escuchar el consejo que le dió Inu no Taisho de no llevar a Rion a las batallas.
Del mismo modo, se mostró desinteresado en ir a por Towa y Setsuna y reconoció libremente que esperaba que fueran poderosas principalmente por el hecho de que tenían como padre a un demonio tan poderoso. Incluso cuando Zero había exigido específicamente a Kirinmaru que las matara, decidió no actuar personalmente sólo por eso. Sólo se decidió a luchar contra ellas cuando estaban a punto de llegar a su barco y, a pesar de mostrar su creencia de que los Hanyo no deberían existir y de burlarse repetidamente de ellos, admitió libremente que Towa era realmente la nieta de su rival después de que consiguiera asestarle un corte en su cara que conserva como recuerdo de aquel encuentro. Más tarde, Towa, Moroha y Setsuna conseguirían ganarse todo su respeto en su segundo combate con ellas, en el que prometió grabar el nombre de Setsuna en su corazón después de que ésta consiguiera herir su cara y alabó repetidamente a las dos hermanas por haber desplegado y controlado todo su poder y haberle dado un combate tan bueno. En general, aunque Kirinmaru parece considerarse superior y siente desprecio por ellas, eso no parece impedirle reconocer a los Hanyo cuando se muestran como oponentes formidables.
A pesar de toda su autoimportancia y su justificada creencia en su propio poderío, Kirinmaru es también un luchador honorable que cree firmemente en demostrar su valía en el combate a través de medios correctos. Se negó a aprovechar el estado de debilidad de Tōga para matarlo y tomar Japón para sí mismo, incluso reprendiendo a Kyūki y Konton por siquiera sugerirlo, e incluso ordenó a Riku que ayudara en la curación de Tōga, ya que piensa que una victoria solapada nunca lo dejaría verdaderamente satisfecho. Incluso Zero cree que es demasiado poco exigente, lo que causa problemas a su tripulación. También podía mostrar un sincero respeto y razón hacia aquellos que se lo habían ganado, como lo demuestra la forma en que trató a la Madre de Sesshomaru y a Rin de manera respectiva con títulos formales incluso incluso cuando la madre de Sesshōmaru ya no gobernaba las Tierras del Oeste y mostró respeto hacia este último a pesar de su fracaso a la hora de encontrar el molinete de Akuru y su aparente deseo de cuidar de sus hijas, llegando incluso a inclinarse ante él y disculparse sinceramente por la rotura de Tenseiga por parte de Zero y aceptando evitar que ésta desatara su ira sobre sus hijas. Del mismo modo, pareció lamentar sinceramente haber matado a Setsuna e incluso lamentó que no pudiera ser resucitada al romperse la Tenseiga. Cuando derrotó a Towa y a Moroha, en lugar de matarlas, esperó pacientemente y veló por ellas hasta que Towa despertó y la elogió sinceramente por la buena lucha y expresó su esperanza de volver a encontrarla en el futuro, e incluso mostró a la difunta Setsuna un genuino respeto prometiendo recordarla siempre.[2]
En contra de estas virtudes, vemos que Kirinmaru es un ser con muchos defectos negativos: vemos cómo fue alguien demasiado sobreprotector tratándose de su propia hija, Rion quien al fallecer 600 años antes del comienzo de la historia, al quedar tan adolorido por su muerte, se obsesionó con la idea de mantener a su hija para siempre a su lado sellando su alma en un muñeco hecho a partir de sus restos y tierra del lugar donde fue sepultada en el centro de la Montaña Musubi[6], aunque no contento con ello, Kirinmaru le revela a Rion sus intenciones de usar la espada Zanseiken para robar el alma de Towa Higurashi para después entregarle el cuerpo de ésta a su hija para permitirle renacer mostrando la extensión de su locura por su lamentable fallecimiento del que fue responsable en gran parte. No contento con ello, su objetivo es el de manipular las fuerzas del tiempo y del destino buscando viajar en el tiempo para ser él quien destruya el Cometa Aciago en la época moderna buscando con ello el crédito y reconocimiento por ello, al punto de ser idolatrado como un Dios y al mismo tiempo demostrar que es el ser más poderoso que existe, probandolo al matar a todos los descendientes y relacionados con Inu no Taisho para según él, ser reconocido por Akuru como uno de los elegidos por el Tiempo mostrando su lado más ególatra, egoísta y arrogante [7]. Otra idea que detesta abiertamente es el ser superado por sus rivales, lo que es un golpe directo hacia su ego. En su batalla final contra Sesshōmaru, se reafirma que su arrogancia y comportamiento denotan irónicamente una conducta propia de los seres humanos, algo que Sesshōmaru señala y que Kirinmaru confirma al reconocer que fue su culpa que Rion muriera[8].
Historia[]
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600 años antes de los eventos de Hanyo no Yashahime, Kirinmaru e Inu no Taisho se enfrentaron. Durante la confrontación, Kirinmaru perdió uno de sus cuernos [3]. Decidido a no rendirse, Kirinmaru trata de contraatacar, pero en respuesta, Tōga termina mutilandole el brazo izquierdo. Antes de rematarlo, Tōga se da cuenta de la presencia de Rion y se abstiene de matarlo dejándolo bastante humillado [1]. Producto de dicha humillación, usando el cuerno que perdió, dio vida a una extensión que llamaría Riku ordenándole que se deshiciera del brazo izquierdo que le fuera cortado. De dicho brazo, el cual fuera lanzado al interior del Pozo devorador de huesos nacería su otra extensión, Osamu Kirin. En algún momento y producto de una de sus tantas escaramuzas buscando oponentes poderosos, Kirinmaru se enfrentó con un humano que lo desafió. Éste humano tenía por discípulo a un Hanyo llamado Sakasa el cual como acto desesperado tomó a Rion como rehén. Kirinmaru entonces procede a matar a Sakasa decapitandolo pero éste usando sus últimas fuerzas controla su cuerpo para que mate a Rion de una sola estocada [9], cumpliéndose de esta forma la advertencia que le hiciera Inu no Taisho de no llevar a su hija al campo de batalla dejando a Kirinmaru tan afectado que desde ese día le guarda un profundo odio hacia los Hanyo a los cuales culpa por la muerte de su hija.
Kirinmaru es un rey que junto a Tōga reinaba a todas las bestias demoniacas. Mientras que Kirinmaru reinó en el este, Tōga hacía lo mismo en el occidente. Iguales en fuerza, los dos reinaban en sus tierras mientras vigilaban al otro para mantener el balance de poder[10]. Además de su inmenso poder, Kirinmaru también controló a las bestias conocidas como los Cuatro Peligros[11] y les otorgo algunas de las Perlas arcoíris[12]
Cuando las hijas de Sesshomaru nacen, Zero advierte a Kirinmaru con una profecía que fue dejada tras la desaparición permanente de la Perla de Shikon, la cual señala que unos seres que no son "ni humanos, ni demonios y que poseen el poder de viajar en el tiempo" acabarán con su vida, haciendo referencia a que quien atentará contra su vida será una persona de la especie Hanyo y un Shi-Hanyo que nacería de parte de Kagome e Inuyasha[4].
Enojado, Kirinmaru se dirige a buscar a Inuyasha y a Kagome para matarlos así como a una recién nacida Moroha, por lo cual junto con Sesshomaru partieron en su búsqueda. Al encontrarlos, Kirinmaru se dirige hacia ambos padres quienes ya habían puesto a salvo a Moroha, pero Sesshomaru se le adelanta y extrae del ojo derecho de Inuyasha, su perla negra la cual usa para encerrarlos a ambos en su interior[4].
Destrucción del mundo[]
Sesshōmaru se negó a heredar el título de Tōga y tomó su propio camino por lo que Kirinmaru vio esto como una oportunidad y actualmente está conspirando para destruir el mundo[10].
Según el Espíritu del árbol de las eras, es necesario el poder de viajar en el tiempo para poder derrotarlo[10].
Poderes y habilidades[]
- Inmenso poder demoníaco: se dice que Kirinmaru rivaliza con Tōga en términos de poder[10]. Su fuerza es tal que estando completamente confiado de sus capacidades, pretendía matar a Inuyasha un Hanyo que fue capaz de vencer a otros Daiyokai, sin embargo Sesshomaru entendiendo lo amenazante que es, decidió alejar a su hermano y su cuñada del peligro al enviarlos en una perla negra a la Frontera con el más allá para protegerlos de su peligrosidad a pesar de sus poderes. Pudo abrumar fácilmente a Towa Higurashi, Setsuna y Moroha, las tres con increíbles poderes demoníacos, incluso cuando Moroha estaba usando todo su poder demoníaco que rivalizaba con la fuerza base de Inuyasha, y luchaba contra Sesshōmaru hasta un punto muerto, el choque de sus poderes eran tales que causaron ondas de choque masivas e incluso cambiaron el clima, causando nubes de tormenta y truenos, con él incluso afirmando que se había estado reprimiendo contra las tres princesas en su primera pelea. Incluso después de ser herido por Riku[2], Kirinmaru todavía era lo suficientemente poderoso como para mantener la ventaja sobre ellos en su segunda pelea, yendo tan lejos como para llegar a matar a Setsuna y finalmente derrotar a Towa y Moroha accediendo a sus plenos poderes simultáneamente, aunque no sin un esfuerzo serio. y lesiones considerables. Ha demostrado un excelente control sobre su energía demoníaca, capaz de manifestarla de diversas formas y con diferente intensidad.
- Experiencia como espadachín: Kirinmaru demostró ser un espadachín increíblemente hábil, luchando casualmente contra el asalto de Moroha, incluso cuando estaba usando todo el poder de su herencia demoníaca para ejecutar poderosos golpes cuerpo a cuerpo, y pudo ser capaz de abrumar fácilmente a Setsuna y Moroha usando sus armas, llegando tan lejos como para burlarse de ellas por su habilidad de combate inferior, así como por enfrentarse cara a cara con Sesshōmaru en una pelea de espadas. Incluso mostró la capacidad de usar una espada normal con gran habilidad, capaz de defenderse sin esfuerzo de Towa, a pesar de haber sido herido por Riku antes, y pudo usar su propia espada para vencer a Towa con facilidad.
- Telequinesis: Kirinmaru posee poderes telepáticos pudiendo controlar objetos con su pensamiento. Lo demostró pudiendo sacarse sin molestia alguna la espada que Riku le clavó en el abdomen y luego controlarla e incluso enviando a lugares distantes las Perlas arcoíris.
- Energía demoníaca: posee un gran poder demoníaco que puede utilizar por medio de sus manos, sacándolo en un potente rayo de color lila, o por su espada.
- Vuelo: puede volar y mantenerse inmóvil en el aire con normalidad, ya sea para dirigirse a algún lado o estando en batalla. En su forma de demonio también tiene ésta habilidad, que es característica de los demonios de su raza.
- Longevidad: por ser un demonio tiene la habilidad de vivir por miles de años y aún así verse jóven, físicamente se ve cómo un hombre de aproximadamente 25 años, Aunque quizá tenga la misma edad que su antiguo camarada Tōga, si no es que sea un poco menor que él.
- Creación de extensiones corporales vivientes: Kirinmaru puede crear otros seres a partir de partes de su propio cuerpo. Lo demostró creando a Riku a partir del cuerno que perdió en su lucha contra Inu no Taisho[3] y luego crear a Osamu Kirin a partir de su brazo izquierdo que también perdió a manos del padre de Inuyasha y Sesshōmaru[1]. Kirinmaru tiene la capacidad de ver y escuchar todo lo que sus extensiones pueden captar con lo cual es capaz de estar siempre informado de sucesos importantes como la llegada del Cometa Aciago a la Tierra en la Era Reiwa[7].
Armamento[]
- Bakuseiken: es la espada de Kirinmaru, espada hermana de Zanseiken. Kirinmaru sólo usa su espada cuando realmente decide tomarse en serio a su oponente.
Relaciones[]
Familiares[]
- Rion: su hija. Eran muy unidos. Ambos viajaban por el mundo, pero su padre, en su afán de demostrar su poderío siempre terminaba envuelto en luchas en las cuales hacía que Rion viera a su padre pelear, lo cual deterioró seriamente su relación una vez esta falleciera debido a un incidente desconocido. Con la muerte de su hija, Kirinmaru sacó su lado más egoísta al no permitir que su alma pudiera descansar en paz al sellar su espíritu al interior de la Montaña Musubi durante 600 años.
Notas[]
Referencias[]
- ↑ 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 Episodio 28 - Hanyo no Yashahime
- ↑ 2,0 2,1 2,2 2,3 2,4 Episodio 24 - Hanyo no Yashahime
- ↑ 3,0 3,1 3,2 Episodio 27 - Hanyo no Yashahime
- ↑ 4,0 4,1 4,2 Episodio 15 - Hanyo no Yashahime
- ↑ Episodio 18 - Hanyo no Yashahime
- ↑ Episodio 29 - Hanyo no Yashahime
- ↑ 7,0 7,1 Episodio 39 - Hanyo no Yashahime
- ↑ Episodio 47 - Hanyo no Yashahime
- ↑ Episodio 37 - Hanyo no Yashahime
- ↑ 10,0 10,1 10,2 10,3 Episodio 04 - Hanyo no Yashahime
- ↑ Episodio 05 - Hanyo no Yashahime
- ↑ Episodio 07 - Hanyo no Yashahime
Hanyō no Yashahime | |
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